En la tarde de ayer jueves 13 de mayo, tenia lugar en el templo parroquial la charla mariana que todos los años la Archicofradia organiza en el mes de mayo, este año bajo el titulo " María, mujer valiente" a cargo del Padre Trinitario Vicente Elipe.
La charla se basó en 4 puntos:
1. El miedo no le impidió decir si a Dios.
2. María bendijo al Dios de los pobres y humillados
3. María, ante el dolor y la muerte, se mantuvo en pie junto a la cruz y es Madre de todo creyente.
4. Después de la resurrección, María estuvo con los discípulos, en los inicios de la iglesia.
Podemos destacar de la charla pronunciada:
1."María nos enseña que el miedo no nos puede paralizar.
Cuántas veces habéis venido aquí a su camarín y en silencio, sin que nadie os vea, le habéis presentado vuestras vidas, vuestras preocupaciones, vuestras lágrimas. Y le habéis pedido VIDA y habéis salido llenos de VIDA".
2. "Ser devotos de María nos hace cantar a un Dios que se ha fijado en nuestra humildad y que está con los más humildes de nuestro mundo.
Soy capellán de la cárcel de Herrera y esta página del magníficat me hace/nos hace vibrar a todos los voluntarios de la pastoral que entramos en la cárcel podéis imaginar porqué a los presos los vemos identificado en los excluidos, en los descartados “Ninguna celda está tan aislada como para excluir al Señor, ninguna: Él está allí” (Papa Francisco) y cuando en misa cantamos de canto final a la Virgen la canción… que no me canse nunca de mirarte… os puedo asegurar que los ojos de muchos se llenan de lágrimas porque en María son capaces de ver reflejados el rostro de sus madres".
3. "María es la Madre; y una madre no abandona ni traiciona a sus hijos.
Si algo me ha impresionado siempre, es como una madre lucha por sus hijos, sean como sean, aún el que le ha hecho sufrir y llorar tantas veces.
Esas madres luchadoras, que se han quitado de sus cosas para que sus hijos tuviesen algo. Esas madres luchadoras que esperan horas y buscan la manera de llegar para poder ver a sus hijos en prisión. Ellas disculpan a esos hijos,
porque los sienten tan dentro, porque los han pario.
Creo que no hay dolor mayor que el de una madre cuando tiene que enterrar a su hijo. Nunca he podido ni imaginarlo.
Seguro que María, nuestra Madre, también nos sabe mirar a cada uno de nosotros con esa ternura de madre; seguro que cuando nos acercamos a su imagen, ella sabe buscar una disculpa para volver a abrazarnos. Porque María nunca abandona a sus hijos".
4. "No se puede vivir la fe en solitario; no somos francotiradores. Necesitamos una Comunidad donde compartir y celebrar la vida, donde fortalecer nuestra fe y donde formarnos para saber dar razón de nuestra esperanza".
Que no nos cansemos nunca de mirar a María.